Muchos comparan el proceso de psicoterapia con el de parto. De hecho, una estrategia dialogal conocida como mayeutica significa "el arte de parir las verdades". Verdades a menudo dolorosas, que están en ese proceso intermedio de querer salir y querer quedarse donde están. Sin embargo el resultado es a menudo satisfactorio. Pero como en un embarazo, hay cosas embarazosas e incómodas que nadie te dice (como las hemorroides, los procesos intestinales, etc), y que pasan en terapia.
Una de ellas es el lapsus linguae.
Alguna vez ha intercambiado el nombre de su esposa por el de su mamá, o el de su novio por el compañero de trabajo? (y no necesariamente porque lo esté engañando con esa persona), entonces Usted acaba de tener un lapsus linguae. Si de paso hay alguna palabra que pronuncia mal (aunque sepa como hacerlo): de esas álgidas, tales como decisión, proceso, libertad, o cualquier otra, entonces muy proablemente ahi haya otro.
Según Freud, este tipo de manifestaciones son señales de los deseos del inconsciente, que a menudo sepultamos bajo una tonelada de miedo o culpa, y que no tienen otra forma de manifestarse. Se acrecentan en momentos de estrés, y puede pasar en una reunión de negocios que un experimentado gerente confunda "a favor" con "en contra", o en plena entrevista televisada, se diga una referencia sexual por accidente.
La terapia es un buen momento para poner en evidencia esos deseos, en un ambiente sin culpa, sin juicios de valor y donde puedes expresarte sin avergonzarte. Si este es tu caso, te recomiendo que vayas con tu profesional de salud mental de confianza!.
@pseudoaliris
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