Imagen de Azúcar y Sal (Diario): https://www.facebook.com/AzucarYSalDiario?fref=photo
En esta semana hermosísima de nacimiento de nuevos planes y proyectos, creo que mi aprendizaje de la semana se resume en una frase: dejar ir.
Aunque soy una escritora bastante mala, me trae a colación un escrito que realicé hace unos diez años:
Camino escuchando la sinfonía agridulce en mi cerebro
Nada me importa, la lluvia refresca mi cara, te saludo, te veo, siento cada latido Me acerco, te abrazo, siento tu calor, te imagino, me acerco; huelo tu aliento.... Respiro tu aliento, por sólo un momento... Y sigo mi camino, que ya no es más el tuyo
Por amor a veces sufrimos mucho. Lloramos, nos torturamos pensando todos los escenarios posibles, ponemos todas nuestras esperanzas en posibilidades infinitas... y toda nuestra energía se va en eso.
y tengas 25, 30, 45 o 50, dejar ir se vuelve un ejercicio igual de difícil. Dejar ir tu vida como era antes de tener hijos dejar ir una relación tóxica. Dejar ir la posibilidad que el otro cambie, dejar ir la cómoda posición de estudiante y pasar a la adultez...
Es un ejercicio difícil, porque estamos dejando ir una parte de nosotros también. Para esto y más se ofrece la terapia, para que tengas un lugar sin juicios o manipulaciones para hacer lo que tengas que hacer.
@Pseudoaliris
|